Entre las buenas sorpresas que he recibido en mi larga existencia, lo constituye el hecho de tener en mis manos un "OSCAR". Ese reconocimiento lo recibí de manos de una dama muy apreciada en mi grupo familiar, una nueva hija llamada Mary. Esa distinción la recibí en la ciudad de Orlando, Florida.Lo recibí sorprendido porque no lo tenía en cuenta, pero me sentí halagado. Pregunte a ella, y me dijo: un “Oscar al mejor padre" , Que bello!
Que significativo, Aquí lo tengo en mi casa y lo acaricio de continuo... Eso me hace sentir muy feliz., Ahora bien hago este comentario para decirle a mis lectores que si se puede optar a otro igual, parecido y hasta mejor, también quiero que mis lectores se impriman de la misma condición humanística, para otorgar uno igual a sus padres o seres más queridos o apreciados.
Verdad que bien vale la pena que se, esparza esta modalidad por toda la tierra habitada. Respetando al mundo artístico, pienso que existen muchos personajes, populares o sencillos como yo, usted o cualquier buen ciudadano.
Así nace un nuevo premio que bien vale la pena que se instituya como reconocimiento humano.
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